Cuando La Quiniela incluyó partidos de la liga de fútbol femenina por primera vez en la historia

La Quiniela es el conocido juego de lotería de España en el que se apuesta sobre los posibles resultados de las diferentes jornadas de fútbol.


La Quiniela incluye fútbol femenino por primera vez

Pero solo de fútbol masculino, ya que en toda su historia jamás había incluído un partido femenino, desde que en 1946 se pusiera en marcha este juego.

Sin embargo, ha sido en 2017 cuando la Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado ha acabado abriendo su famoso juego al deporte femenino, y lo ha hecho para la jornada del 1 de octubre, “donde el partido Atlético de Madrid – Athletic de Bilbao de la liga femenina protagonizará el pleno al quince de la jornada”.

De esta forma “un mínimo de cinco jornadas tendrán partidos de dicha competición en la campaña 2017/2018″ que aparecen marcados como tal (liga femenina) en las hojas-formularios de apuestas.

El estreno de un partido femenino en la Quiniela es para la jornada del 1 de octubre, con el partido Atlético de Madrid – Athletic de Bilbao de la liga femenina.

Además, han anunciado que esta temporada “las jornadas 12ª (8 de octubre), 20ª (12 de noviembre) y 46ª (25 de marzo), incluirán un partido de dicha competición” y que  “durante la semana del Día Internacional de la Mujer se celebrará una jornada especial (jornada 44ª de 11 de marzo) en la que se incluirán varios encuentros de la liga femenina, que complementarán a los partidos de Primera División”.

La organización ha querido explicar en un comunicado su “compromiso con el deporte español, a través de su iniciativa ‘Loterías con el deporte’, y muy especialmente con el deporte femenino” del que se resalta “su relevancia” y “sus magníficos resultados, tanto nacional como internacionalmente”.

Cabe recordar que el deporte protagonizado por mujeres tiene todavía hoy una menor presencia mediática e institucional, por lo que sin duda este es un primer paso para dar visibilidad y coberturaa las competiciones deportivas femeninas. Un paso, sin embargo tímido y puntual, todavía lejos de asemejar la “normalidad” del deporte masculino (asumido como norma) con el femenino.